miércoles, agosto 09, 2006

Nicholas Negroponte v/s Bill Gates

Algo más que un “Laptoponte” contra un Celular

Al hablar de Bill Gates, inmediatamente fluye por las líneas del argumento preparado el nunca bien ponderado monopolio Microsoft, con sus programas y sistemas operativos presentes en el 90% de los computadores en todo el mundo y, algo no despreciable, el nombre de una de las empresas más grandes del globo, teniendo a la cabeza al mayor multimillonario del cual la NASA podría jactarse en cualquier punto civilizado de la galaxia. Algo parecido pasa al reflexionar acerca de una mente tan brillante como la de Nicholas Negroponte, Director del MIT Media Lab y gurú de las nuevas tecnologías, aunque algunos consideren sus planteamientos como algo más cercano a las armas de Chewbacca en Star Wars que a los futuros aparatos tecnológicos. Las cifras económicas del desorbitado concepto que implica un nombre tan nimio como Bill Gates, al igual que una capacidad de análisis, creatividad y exitosa carrera como la de Nicholas Negroponte, complicaría hasta al más cartesiano de los analistas. Con todo, un Bill Gates oportunista o un Nicholas Negroponte chiflado no opacan la importante significación del proyecto que estos dos grandes de la tecnología presentan: el “Laptop a $100” de Negroponte y el Teléfono Celular de Gates.

¿Qué es una cosa que no es la otra? Ambos proyectos aparentemente están promovidos y destinados a aquellos hombres libres que no pueden acceder a las tecnologías informáticas con la misma facilidad o posibilidad que otros (!). Fuera de los conflictos entre dos “empresas” (considerando a Negroponte a la par con Bill Gates) y las peleas matrimoniales entre los cónyuges de la tecnología informática (esos hacendosos programas y sistemas operativos que ayudan con las tareas de los niños y con las labores del hogar y la oficina), a mi parecer el problema radica en dos puntos esenciales: la finalidad y la realidad de la tecnología cercana. Comenzaré por este último.

Es ya conocido por la opinión pública que la telefonía celular ha explosionado el mercado, llegando a lugares inimaginados y cantidades impensables; sin ir más lejos, según estudios calificados, en nuestro país existen más celulares que cocinas. Pensemos ahora en un Laptop o computador portátil: ¿No es acaso un signo de desadaptación social más que una vanguardia tecnológica ver a una persona con un Laptop en la calle?. La verdad es que el teléfono celular es una tecnología cercana para las personas; cualquier elemento o novedad que implique de suyo un teléfono celular estará inmediatamente legitimado y lo revestirá de cercanía y posibilidad para las personas. En ese sentido, el proyecto de Bill Gates es inteligente y más viable, haciendo parecer el Laptop con manivela como un bicho raro comparado con el Celular Gates, aunque cumplan la misma función. Pero ojo con un detalle que salta inmediatamente a la vista con esta cercanía tecnológica: ¿Cuál es la real finalidad de estos dos proyectos? ¿No será la competitividad y ambición de Bill Gates el motivo de este celular rival del “Laptoponte”?

¿Finalidad? La idea según Negroponte es llevar la tecnología a los lugares en donde se hace más inalcanzable. Es por ello que los países tercermundistas y de extrema pobreza son los principales objetivos. No he escuchado de alguna propuesta de Bill Gates o Microsoft por llevar Internet o tecnología informática a los africanos o a algún pueblito latinoamericano, por lo menos en forma gratuita. Si fuera así, ya tendríamos antenas públicas de Wi-Fi en los postes de alumbrado público en Argentina o Brasil, por lo menos. En ese sentido, soy mentalmente más abierto a la propuesta de Negroponte. Las características y funciones del Laptoponte me hacen pensar que su finalidad es más legítima y fiel al objetivo que el Celular Gates, un aparato que no me extrañaría se revelara en la realidad como otro producto de obsolescencia planificada, con carencias cuidadosamente estudiadas, ocultas en el lujo de sus maravillosas prestaciones.


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